viernes, 20 de febrero de 2009

Tacna, Arica e Iquique: playas y zona franca…

Desde Arequipa nos tomamos un bus nocturno hasta Tacna, la última ciudad que visitaríamos de Perú. Llegamos a las 4 de la mañana y la amable azafata del bus nos consiguió un micro que estaba parado en la terminal para que podamos dormir hasta que amanezca.

Despertar en Tacna no tiene punto de comparación con el resto de las bellas ciudades que visitamos en este viaje (para que les voy a mentir…), es una ciudad de frontera con pocos atractivos más que la zona franca, donde se puede comprar cualquier cosa, aunque los precios son bajos, NO lo son tanto como cualquiera esperaría.
Desayunamos en un bar en el centro e iniciamos un largo recorrido por las ferias y mercados hasta las 5 de la tarde cuando emprendimos el viaje hacia Chile. El auto, que transportaba 6 personas, cobraba algo de 2000 chilenos a cada uno, y demoraba unas dos horas de viaje incluyendo los tramites en la aduana, donde casi termino preso por transportar unas inocentes hojas de coca.

Así, como no podía ser de otra manera, iniciamos el recorrido por Chile visitando la ciudad de Arica, donde solo nos dedicaríamos a disfrutar de las playas. Conseguimos alojamiento por 10000 chilenos por los tres en una habitación triple y nos fuimos a recorrer el centro de la ciudad.



Al día siguiente, luego de comprar víveres en un supermercado nos dispusimos a tener un día de playa con plena tranquilidad. Luego de almorzar algo en la arena de la playa Chinchorro, iniciamos una aventura en unos kayaks por el mar, la cual no fue muy prolongada debido al estado de nuestros brazos, y donde tuvimos la oportunidad de ver tortugas marinas y pelícanos en plena pesca. Ya más próximos al atardecer fuimos a recorrer la costanera y el puerto, lugar en el que vimos de muy cerca pelícanos y lobos marinos. Contemplamos el atardecer en el mar y nos fuimos a comer una buena paella, que en realidad tenía otro nombre.



La mañana siguiente madrugamos para poder llegar a Iquique a las 10 de la mañana (el pasaje costaba 7000 chilenos y eran unas 6 horas de viaje). Una vez en Iquique, desayunamos un barrosluco con un café con leche delicioso y nos fuimos rumbo a la ZOFRI (zona franca Iquique). Si bien el recorrido fue intenso y la búsqueda incesante no conseguimos cosas tan baratas, y a decir verdad, los precios eran mejores en Tacna.

A las 6 de la tarde, cansado de recorrer la ZOFRI nos fuimos a terminar la tarde en las playas de Iquique, el agua era bastante más fría que en Tacna. Al caer la noche, dimos unas vueltas por el centro de la ciudad y emprendimos viaje hacia Calama.










Realmente unas playas muy lindas y de aguas cálidas comparadas con el resto de Chile...

sábado, 14 de febrero de 2009

San Pedro de Atacama...

“Cuide el agua, estamos en el desierto.”
Esa es la frase que se leía en los baños de la Estancia Lusa, lugar donde nos alojábamos en las afueras de San Pedro de Atacama, las afueras es un decir ya que estábamos a 5 cuadras de la plaza principal.

San Pedro de Atacama es un pequeño poblado ubicado en uno de los oasis que se encuentran en el altiplano de la II Región de Chile. En esta zona geográfica se encuentran algunas de las más altas cumbres de la Cordillera de los Andes. Cuna de la cultura atacameña, hoy alberga a 2.500 habitantes aproximadamente. Su gran importancia actual, se debe a que es considerada la capital arqueológica de Chile y a lo extremo de su entorno geográfico, privilegiado en cuanto a la hermosura de sus paisajes y al azul de sus cielos siempre despejados.

Para llegar, desde Iquique nos tomamos un micro (no digo colectivo porque esa palabra allá hace referencia a una especie de taxi que lleva varias personas) rumbo a Calama (por 12000 chilenos), partimos a las 22:30 y a las 4:00 habíamos llegado a la ciudad de Calama, el ambiente? Para morirse de frio, ya estábamos en el desierto de Atacama, el más árido del mundo. Como es una ciudad muy peligrosa debido a la minería (lo que estimula el negocio de los vicios…) dormimos en el micro que estaciono en un descampado hasta las 7 de la mañana, cuando nos dispusimos a conseguir uno que nos lleve hasta San Pedro por 2500 chilenos (600 chilenos = 1 dólar). Dimos un par de vueltas y a las 10 de la mañana ya estábamos en el pueblito.
Lo primero que hicimos fue buscar alojamiento y así es como terminamos en la estancia Lusa, un lugar altamente recomendable para tener una inmejorable estadía en este pueblo (pagamos 5000 chilenos cada uno, la habitación triple). Luego salimos a recorrer el lugar, es algo realmente encantador, casas de paja y barro, mucha tranquilidad y visitantes de todo el mundo.


Después del almuerzo, y luego de haber deliberado nuestro itinerario por la zona, salimos en la búsqueda de una agencia de turismo que nos haga un buen precio por todas las excursiones; finalmente contratamos para ir al Valle de la Luna esa tarde y a los Geysers del Tatio y a Laguna Cejar y Ojos del Salar al otro día por 50 dólares… Estas son las más típicas, y como andábamos con poco tiempo…

Así fue como esa tarde recorrimos el valle de la Luna, visitando el valle de la muerte, las tres Marías, las minas de sal y nos quedamos a ver el atardecer en las dunas, ese lugar sí que es seco!!! Llueven 5 mm. al año. Cenamos y nos fuimos a descansar temprano, nos esperaba un día agotador.


A las 4 de la mañana nos pasaron a buscar para emprender el camino hacia los Geyser del Tatio, los más altos del mundo. Fue algo realmente impresionante, la temperatura era de -10 Cº y el agua salía a 84 Cº… el paisaje era imponente y las fumarolas hacían ver todo borroso. Unas horas después nos estábamos bañando en la piscina termal y luego iniciamos el regreso por unos paisajes increíbles.




Para terminar nuestro recorrido por los alrededores de San Pedro, después de almorzar fuimos a la laguna Cejar, donde la concentración de sal es tan alta que flotamos, sea cual sea la posición. Luego fuimos a los ojos del salar a enjuagarnos la sal y terminamos viendo la puesta del sol en la laguna Tebenquiche, tomando pisco sour.

Al otro día a la mañana emprendimos el regreso a Argentina por el paso de Jama, como no había buses de retorno nos volvimos en camión hasta Susques y luego otro camión hasta San Salvador de Jujuy… (No crean que hacer dedo es gratis, nos cobraron 20 dólares a cada uno…)

No hay palabras que describan esos paisajes, pero San Pedro de Atacama es un lugar increíble, para disfrutar la naturaleza a pleno y conocer infinidades de lugares…