jueves, 27 de noviembre de 2008

Una experiencia inolvidable… Champaqui Reloaded

Luego de la increíble aventura al cerro Champaqui que vivimos en marzo, se nos ocurrió con Maxi, llevar a nuestros amigos de la universidad a hacer el trekking hasta la cima del cerro más alto de la provincia. El resultado esta expresado en el titulo de este relato.

Así fue como el jueves 23 de octubre, luego de meses de organizar la logística necesaria para el viaje, nos reunimos en la iglesia San Francisco para dar inicio a esta aventura. El contingente fue puntual y a las 8 p.m. estábamos arriba del transporte que nos llevaría hasta Villa Alpina donde pasaríamos la primera noche.
Hasta los 180 kms. que nos separaban de la villa representaron una aventura, ya que a mitad de camino nos agarro la noche y como si fuera poco el chofer no tenía conocimiento de los últimos 40 kilómetros de ripio que nos separaban del destino final. El viaje transcurrió con normalidad aunque el conductor de la maquina tuvo que prender unos cuantos cigarrillos para calmar sus nervios cuando notaba que no llegábamos, el camino empeoraba cada vez mas y ya eran las 12 de la noche.

Finalmente llegamos al pueblito escondido al pie de las sierras y nos fuimos directamente al albergue “Piedras Blancas” donde rápidamente nos acostamos a dormir ya que los próximos serian días agotadores, esto no impidió una ronda de chistes y charla hasta entrada la madrugada.

Temprano en la mañana nos levantamos, desayunamos abundantemente y nos dispusimos a iniciar la caminata. No había pasado la primer hora de ascenso que ya una parte del grupo estaba exhausto. Atravesar los pinares para continuar con una subida sin fin nos había agotado. Paramos, descansamos y continuamos… el equipo estaba motivado.



Continuamos la caminata, disfrutando del imponente paisaje y del aire puro hasta el puesto “Moises Lopez” que se encuentra a mitad de camino, como veníamos bien con el tiempo paramos a almorzar y de paso jugamos unas manos al truco y recargamos energías…


Ya renovados seguimos el camino… el trecho hasta el puesto “Escalante” fue tranquilo y sin inconvenientes… con las paradas tradicionales: gruta de la virgen, arroyos, etcétera. Así, luego de una dura caminata llegamos al destino final de ese día, donde nos esperaban con la merienda lista.

El puesto de Nelio Escalante es un típico refugio de montaña pero con la particularidad que, para tranquilidad de las mujeres del grupo, tiene hasta agua caliente. Por lo que nos dimos un baño nos fuimos a la habitación a descansar un rato y luego fuimos a la playa de arena del río Tabaquillos hasta la hora de la cena.


Al caer la noche, cenamos tallarines con salsa que nos prepararon en el albergue y luego de los obligados partidos de truco nos fuimos a descansar, ya que al día siguiente nos esperaría una dura caminata hasta la cima.

Como nuestra primer noche en el albergue fue corta debido a las prolongadas charlas al día siguiente amanecimos no tan temprano, al salir y ver el estado del tiempo se nos presento la disyuntiva entre iniciar el sendero a la cumbre o abortar al expedición.
Como no podía ser de otra manera, por decisión unánime, el grupo en su conjunto decidió continuar la aventura y luego de desayunar emprendimos el camino. No había pasado la primera media hora de caminata que comenzaron a caer las primeras gotas, esto no nos detuvo, nos pusimos los impermeables y seguimos como si nada.

Todo transcurría con normalidad hasta que comenzaron a aparecer algunos inconvenientes, la lluvia no cesaba y cada vez era más fuerte; y como si fuera poco los guías (o sea, Maxi, el GPS y yo) erraron el camino. Para seguir, el grupo estaba cansado y ya había algunos que habían adquirido unos terrenitos en el camino…

Nada de esto nos detuvo y con toda las ganas llegamos a la cueva de los 40 caballos a refugiarnos de la lluvia que hacía ya un par de horas que nos estaba empapando… Faltaba una media hora para llegar a la cima, sin embargo, debido a las extremas condiciones climáticas, una parte del grupo decide quedarse en la cueva junto unas 30 personas más que se estaban refugiando en el mismo lugar.


De esta manera y mojados por mojados, los restantes 7 aventureros decidimos continuar hasta el objetivo final. En este tramo el caminar se hace difícil, las subidas son muy empinadas, caen ríos de agua y la lluvia continua como si fuese uno de los días del diluvio universal. Para segior con las adversidades comienza a caer una nevada impresionante aunque no dura más de veinte minutos.


Finalmente, casi congelados, empapados y muy cansados llegamos a la cima, donde lo primero que atinamos a hacer es meternos todos en el refugio diminuto que supongo yo es para no más de dos personas. Se viven momentos críticos, el GPS deja de funcionar, una de las chicas se descompone y el clima empeoraba cada vez mas (a las condiciones anteriores se agrega viento y niebla).
(Debo destacar que de las mas de 150 personas que habia en los puestos de la base del cerro, fuimos el unico grupo en coronar la cima!!! Felicitaciones equipo...)

Descansamos unos minutos y emprendimos el regreso a la cueva de los cuarenta a buscar al resto del grupo, para luego y guiando a otro grupo de personas, volver todos felices y contentos al puesto "Escalante" donde nos dispusimos a alimentarnos y acostarnos a dormir una merecida siesta hasta la hora de la cena. A continuacion le sacamos viruta al piso y armamos una pista de baile en plena base del cerro Champaqui...


Al día siguiente, nos levantamos tempranito e iniciamos el regreso, parando a almorzar en el puesto “Moisés López” donde nos esperaba un lechón asado espectacular!!! Descansamos un rato y a las cuatro de la tarde estábamos en Villa Alpina listos para volver a Rio Cuarto.

(Los guias... Que peligro!)

La verdad un viaje increíble, el grupo: inmejorable, los recuerdos: imborrables…
Muchas gracias a todos por haber hecho posible este viaje…

Hasta la próxima!

Gracias Ely por fotos...